LOS COLOSOS
Una fuente que hace honor a su nombre es la que la colonia china regaló al Perú. La Fuente Monumental, mandada a construir en Italia al escultor Mario Vannini, se puede apreciar todavía en el Parque de la Exposición con un mensaje de fraternidad universal entre las razas representado por la escultura que la corona.
La Torre del Reloj, que embellece el Parque Universitario, fue un obsequio de la colonia alemana como muestra de agradecimiento a la hospitalidad que el Perú había brindado a los innumerables alemanes que arribaron a nuestro país desde la segunda mitad del siglo XX.
El presente de la colonia italiana a la ciudad fue uno de los más espectaculares: nada menos que todo un museo. El Museo de Arte Italiano se inauguró con seis salas y más de 200 obras de arte el 23 de marzo de 1924 en el antiguo Parque Neptuno, hoy convertido en Parque de los Museos.
El monumento de Manco Cápac, de 13 metros de altura y situado en la plaza del mismo nombre, fue una donación de la colonia japonesa. La elección del personaje obedeció a que por entonces las teorías sobre el origen asiático de los antiguos peruanos estaban más vigentes que nunca. El modelo elegido fue entonces el fundador del Imperio Incaico y los relieves alrededor del monumento representan escenas cotidianas de la época incaica.
ESCULTURAS DE GALA
De no menor importancia fueron las esculturas y monumentos que Lima recibió del resto de colonias foráneas. La de Bélgica obsequió una estatua dedicada al trabajador, obra de Constantin Meunier, que se puede apreciar en la primera cuadra de la avenida Arequipa, y que durante años fue punto de críticas y bromas pesadas por la estilizada pose del estibador que representa, réplica del "Descargador del puerto de Amberes", del mismo escultor.
No puede dejar de destacarse la fuente ornamental de bronce que la colonia estadounidense donó y que puede admirarse frente a la residencia del embajador de ese país, en la avenida Arequipa.
El regalo de la colonia francesa fue la representación escultórica de la libertad, ubicada en la plaza Francia, que ha sido restaurada recientemente, aunque aún no se le ha devuelto la antorcha que hace poco más de un año le fue robada.
Todos estos obsequios han perdurado como testigos extraordinarios de una de las épocas más deslumbrantes que vivió nuestra capital en cuanto a su desarrollo urbanístico.
Fuente: Diario El Comercio
Texto: Jorge Moreno Matos
Fotos: Richard Hirano
5 comentarios:
Qué buenos regalos los del Centenario... embellecieron nuestra ciudad con arte europeo en la mayoría de los casos. Espero que los limeños sepan apreciarlos y disfrutarlos.
En particular, es una pena que el bello Museo de Arte Italiano sea poco visitado por los peruanos... el otro día fui y había muy poca gente, casi todos extranjeros.
Se quedó en el tintero, el arco que nos regaló eEspaña para remozar la avenida arequipa (hoy hay una copia en un parque por la benavides en Surco) y también que la comunidad inglesa nos regaló un estadio para 6000 personas, que tras unas refacciones se convirtió en el coloso de José Diaz (hoy Estadio Nacional)
Lamentablemente sí, hay museos que sólo viven de los alumnos de colegios y extranjeros.
Yo pensaba que los eucaliptos eran originarios del Perú, hasta que escuché que Australia regaló a Perú
los primeros eucaliptos que luego se reprodujeron. Justamente fue un regalo por el Centenario. ¿Es esto cierto?
César, el eucalipto es originario de Australia, pero confunde el hecho de ver que en todos los pisos ecológicos de nuestro país haya plantaciones de eucalipto.
Realmente, no sé si el gobierno de Australia nos haya regalado alguna de las 700 especies, pero hay registros de que la principal especie plantada en el altiplano la (E. globulus), fue introducida en 1860
manya que bacan falta mucho por descubrir de Peru.
saludos
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